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lunes, 19 de agosto de 2019

Liturgia


De vuelta en casa espero a las musas,mientras tanto..."la liturgia de lo que no se escribe"
(reeditado)


Donde quedó el atrevimiento del verso?
Donde las palabras?
Losa de silencio habitándome
y sin embargo
nada cambia.
El papel vacío
en toda su crudeza
escarba la tierra seca
de mi alma
para desenterrar la luz.
Adeudo lo inaceptable
como si eso fuera a traerme
la liturgia de la lengua,
la poesía exacta.
Intacta.
 Extrema.
Y no habrá verso
si mis ojos no reparan
en la textura certera
de la palabra.



jueves, 1 de agosto de 2019

Cerrado por vacaciones!

El rincón de la luna cierra un tiempito para disfrutar de la familia, la playa, la comida y el contactar con las cosas que vamos postergando a lo largo del año...
Nos vemos en un par de semanitas!

GRACIAS SIEMPRE, A TOD@S POR ESTAR TAN PRESENTES CON TANTÍSIMO CARIÑO!





viernes, 26 de julio de 2019

La ventana

(Recupero un relato escrito para un reto de Ginebra Blonde) 

En la cocina, una mujer desnuda abre la ventana. Acodada en el marco mira hacia afuera y su piel se estremece levemente ante el roce del aire.
Entre sus dedos, como si fuera un juguete,  rueda un lápiz de labios. Se mira fugazmente en el cristal, sonríe y comienza a pintarse con toques delicados repasando su boca, relamiendo sus labios que se convierten en pétalos rojos.
Sus ojos buscan esa otra ventana. Frente a ella, una cortina se mueve sutilmente.
Entonces, con un lento movimiento coloca la barra de labios entre sus pechos y comienza a trazar una roja línea que baja atravesando su vientre y cruzando el puente de su ombligo se detiene en el pubis.
Sus ojos perdidos en el otro cristal se dilatan y su dedo sigue el recorrido de ese cremoso río rojo hasta hundirse entre sus ingles.
El disparo amortiguado del flash entre las cortinas enciende su sexo.
Sin dejar de mirar los cortos chispazos de luz se acaricia con los dedos húmedos y calientes.
Cuando por fin el flash deja de iluminar esas décimas de segundos que son como latidos, ella al borde del orgasmo, sabe que él, habrá dejado la cámara a un lado, y como ella, estará acariciando su sexo con los ojos clavados en la otra ventana, abierta de par en par como esas piernas que vislumbra, deseando recorrer con su lengua esa línea roja de cremosa delicia dibujada en su cuerpo.
Entonces y solo entonces, se abandonarán a un largo y húmedo orgasmo.
Y un momento después, cerrará los postigos.



(Imagen: Giovanni Lipari: Una mujer desnuda en la ventana) 

martes, 16 de julio de 2019

suicidio

Y se elevará mi sombra
sobre los lechos inocentes
de los otros.
Mas los huesos enterrados,
gritarán los silencios
que quedaron
por vivirse.
Siento el frío hálito
que sube
por la boca de mi estómago.
La náusea se nutre
de mi decisión irrevocable
y pierdo por momentos
la conciencia
entre el espasmo y la espera.
Voy a cerrar los ojos.
Mi presente es pasado.

(o futuro)



(Imagen de Francesca Woodman)

sábado, 6 de julio de 2019

Luna

Su brillo
su descalzo brillo azul ,tiembla.
Sacude su cabellera sobre
el pasto amurallado,
sobre cada cuerpo encendido y milagroso.
Yo no sé donde mirar
para ver este ocaso imperceptible
mientras
el sol va haciendo una elipse
en un cielo
en el que ya no creo,
O si.


( Mis vacaciones sin musas siguen...)


miércoles, 26 de junio de 2019

Crisálida

Perdidas de deseo
mis pupilas
galopan
a lomos del instante
en que la noche
derrama su negrura,
y el desgarro
con que el alma aúlla
estrellándose
contra el pecho del viento,
libera mi pelo
que brilla feroz
bajo la luna.

Soy la que muerde
(tu carne)
queriendo sentir
la sangre de tu boca
en mis entrañas,
y dejar
que tus ojos rueden
por la corva sombría
de mi espalda
haciendo de la piel
astillas de deseo.

Soy la crisálida
pariendo
maravillosa luz
sobre tus alas.


( He vuelto a traer este poema, a falta de Musas, y tomándome un respiro...)

lunes, 17 de junio de 2019

Abisal

Inmensos tótems
que emergen de la piedra.
La rabiosa ferocidad
de sus cabezas
elevan el grito primal
hacia el cielo.
Desde el puente
donde el humano
intenta abrirse camino
en la espesura,
ellos guían
el viaje esotérico
hacia la sabiduría.




(último poema de la propuesta Storyhunters)

jueves, 6 de junio de 2019

Hidra



Se despertó temprano, a pesar de que la noche había sido intensa. Recordó cada escena como si de una película se tratara.
La mañana anterior había salido de su casa como siempre, pero un giro inesperado del destino había cambiado totalmente su rutina. Aún le costaba entender cómo se había dejado llevar por ese particular “canto de sirenas” reflejado en los ojos oscuros, casi hipnóticos, de aquel hombre que la miraba fijamente mientras compraba su billete de tren para luego sentarse frente a ella, y cómo había caído en ese hechizo sin apenas recordar la forma en que se había visto envuelta en esa densa tela de araña.
Lo cierto es que había un vacío en su memoria. Le costaba recordar cómo fue que terminaron en un pub tomando copas, y como abducida por el mareo, la confusión y esa experiencia tan perturbadora, había acabado en el piso de aquel desconocido. El alcohol produce efectos extraños, pensó. Pero, ¿cómo podía ser que no recordara como había llegado hasta allí?  Tenía solo flashes en su memoria que eran pantallazos de besos, de bruscas caricias que le provocaban dolor y placer al mismo tiempo.
Algo se había desatado dentro de ella, haciendo salir su parte más salvaje y visceral. Un duelo de pieles. La violencia del sexo por el sexo, la explosión de los orgasmos sumiéndolos en esa orgía de a dos.
La noche consumida entre gemidos, mordiscos y lenguas ávidas. Casi sin palabras. Comunicándose con las miradas que se enturbiaban de deseo, y gruñidos de placer.
Volvió al presente y se desperezó estirándose con lentitud. Su cuerpo envió dolorosas señales, el perfecto recordatorio del particular combate de la noche. Su atención se concentró en la cama. Estaba vacía.
Se encontraba sola.
Se levantó algo mareada todavía y, vistiéndose a toda prisa fue hasta la cocina donde con sorpresa vio la mesa preparada para desayunar. ¡Café en la cafetera, leche, azúcar y…su tarta de manzana preferida! ¿Cómo podía ser que él hubiera adivinado su postre favorito?¿Tanto había contado de ella misma la noche anterior? Era un detalle muy personal como para comunicarlo en un encuentro furtivo.
Desayunó rápidamente pensando que tenía que salir de allí, que todo aquello era muy extraño. Su memoria tenía una enorme laguna que no podía llenar con nada más que esas imágenes veloces que cruzaban por su mente.
Para su sorpresa, cuando llegó a la puerta vio que estaba cerrada con llave.
Tironeó del picaporte para comprobar que, en efecto, estaba sola y aislada. ¿Cómo podía ser? Mejor dicho, ¿qué iba a hacer? Empezó a angustiarse, abrió las ventanas, pero el edificio estaba separado del resto de  las otras viviendas por un gran parque. Buscó la forma de comunicarse con algún vecino, no vio más que ventanas cerradas y cortinas corridas. Rebuscó, sin resultado, el móvil en su bolso. ¿Lo habría perdido sin darse cuenta en ese estado de confusión y vacío?¿Qué hacer ahora?
Intentó tranquilizarse, y retrocedió hasta el salón. Una enorme biblioteca precedía ese espacio luminoso y elegante. Empezó a mirar los títulos, pensó que quizás estaba entrando en un estado de ansiedad exagerado. Seguramente él llegaría en cualquier momento y todo quedaría en un susto. No quiso preocuparse. Solo esa especie de amnesia que le impedía recordar claramente lo sucedido el día anterior torturaba su mente. El no saber.
Sacó un libro cuya cubierta era una especie de caja antigua. En la imagen se veía claramente una cabeza cuyo rostro ambiguo estaba coronado por largos mechones que parecían serpientes, como si fuera una hidra. Pero lo que más llamó su atención fueron los ojos. Torvos, oscuros, rodeados de sombras, idénticos a los de su amante furtivo.
Sentándose en el sillón, sin poder despegar la mirada de esa cara, abrió el libro y lo que comenzó a leer le heló la sangre:

“Se despertó temprano a pesar de que la noche había sido intensa. Recordó cada escena como si de una película se tratara.
La mañana anterior había salido de su casa como siempre, pero un giro inesperado del destino había cambiado totalmente su rutina. Aún le costaba entender como se había dejado llevar por ese particular “canto de sirenas” reflejado en los ojos oscuros, casi hipnóticos de aquel hombre que la miraba fijamente mientras compraba su billete de tren para luego sentarse frente a ella, y como había caído en ese encantamiento sin apenas recordar la manera en que se había visto envuelta en esa densa tela de araña…”


Entonces, llegada a esa altura de la página, continuó leyendo a trompicones, saltándose renglones y párrafos, comprobando que lo que allí estaba escrito era el fiel relato de su propia experiencia…No entendía qué pasaba, comenzó a faltarle el aire pero no podía parar de leer, se sentía atrapada entre esas letras, hasta que de pronto la frase que cerraba el primer capítulo, en la cual la protagonista leía con absoluto pavor lo que ella no había descubierto todavía: detrás del sillón en el que estaba sentada y, oculto a medias entre los pliegues de las cortinas, un charco de sangre fresca despejaba con un súbito y enceguecedor destello sus confusos recuerdos.
Cerró de golpe el libro que quedó entre sus manos agarrotadas y giró lentamente la cabeza…










RETO: SECRETOS 

 Te dirijo a la página donde fue publicado:
https://lovelybloggers-alwais.blogspot.com/2019/05/hidra.html?zx=47c5e37f553cdd77


Y en este otro enlace encontrarás a todos los autores del reto:
http://paraisodeletras-blogueros.blogspot.com/2019/05/secretos.html?zx=765d00a175314dcb