atravesado por mi misma.
No soy más que tiempo
que pasa por mi.
En mis insomnios
invoco la llamarada
como este fuego
que quema y bendice.
Un desgarro
y una flor.
En el largo olvido,
el calor me envuelve
como tus brazos imaginados.
Quizás se trate solo de eso. Seguir las huellas que me indiquen hacia donde caminar ahora que parece que todo queda en suspenso. Aquí intento guarecerme. Es mi propio rincón,donde recibo a quienes quieran descansar un rato. Bienvenidos a todos.