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jueves, 28 de agosto de 2014

la pequeña sin alas




Madre, de tus caderas estos dolores.
Parirme tiene algo de rabioso, algo inusitado, que estalla en el útero dolido. Como un pozo , como un grito oscuro.
Y es tan larga la noche… dolor y negrura.
Oh madre, tengo tanto miedo.
Madre dolor, madre pariéndome. Transitando por la asfixia de no nacer. Respirando el acre terror de no saber, de no poder, de soledad.  Yo.   Sola.   Naciendo.
Sangre dolor y miedo. Madre que te vas, que no quieres.
Todo se hace grito madre, ayúdame a salir. Líquida oscuridad en ese túnel que me atrapa como a un pájaro moribundo la mano asesina.
Madre, no grites que tengo miedo.
El llanto sagrado rompe el silencio. Tu boca implora y se abre como un sudario que espera.
Sangre. Entresijos de la violenta noche pariéndome, pariéndonos. Tu corazón está lejos, tus ojos ,ciegos. Tu fin o mi principio, desde el dolor más carnal. Desde mi terror. Desde tu miedo.
Y mi asfixia de feto azul.
Todo se torna azul océano, azul sangre, azul muerte. Brama la oscura noche su perfil más negro.
Siento la letal mano que me arranca de tu útero, me arrancan a la vida. Y grito desde tu miedo. Es desde tu miedo negro y denso que te pierdo.
Oh madre, y me dejas en el helado vivir de sombras, y mi llanto no se oye. Soy yo la que se muere de amor y de frío sin tu abrazo. Soy yo la que se asfixia de tanto amarte, la que no nace  a la luz de tu mirada.
Es más el miedo y el terror de morir las dos sin habernos amado.
Desgarrada pena, encerrada y azul de ahogo. No puedo llamarte, y tú no estás.  No puedo verte desde la orfandad de mis ojos.
Amame madre desde tu sueño que tengo miedo y frío. Desde tu dolor y tu angustia, tengo miedo madre. De ser lo que no somos, mi corazón abandonado es como un cuervo de luto. Sin tu pecho. Sin tu cálido pecho. Sola aquí en este espacio azul. Azul cristal. Azules tubos como pezones estériles.
Bésame madre, bésame en esta noche , que no tengo reposo. Que estoy sola y sin calor. Mutilada. Sin tus amorosos brazos para cuidarme.
Pequeña y frágil. Húmeda de soledad y tristeza. Desvalida en este desierto de aceros y bisturíes.
Donde estás? Desde tu sangre, duermes. Desde tu dolor. Desde mi miedo.
Mírame madre con tus ojos azules. Sola tú, abandonada y fría. Tu absoluto vientre, vacío.
Sola yo, abandonada y azul.
Libérame madre de mi cordón. Oh madre, con la feroz tijera. Corta el lazo, en la doliente cruz .  Donde está el amor? Donde tu pecho lechoso y tibio? Donde mi aliento?
No encuentro tu mirada madre. De tus caderas mis dolores. Aquí en el confín donde media mi vida, aún hay pájaros que lloran.
Donde habita la pequeña sin alas? Porque unas manos frías aún me tocan el alma. Busco el aire.
Devuélveme mis alas, madre.
Sangre y miedo en la noche.
Sangre y miedo madre.





lunes, 18 de agosto de 2014

Monica...


Te dejaré partir
una vez que haya llorado
todas las lágrimas.

No hay nada
que no se haya tocado,
más la luz
de mi amor
te llenará de fuerza.

Déjame abrazarte
en esta noche oscura
del alma.
Déjame que te cuide
desde esta distancia
que no puede
interponerse
entre nosotras.

Y te llevaré alivio,
te daré consuelo,
será como el agua
que bendice,

sin soltar nuestras manos
que se aferran
con amor y esperanza.

Déjame que te cuide
hermana mía.
Alma elegida
desde tantas vidas.
Déjame que sea tu reposo,
descansa tu cuerpo dolorido
sobre mi espalda.
Sé mi luz
en el camino
como tantas veces.
Con tu risa inmensa,
con tus ojos
que tanto han mirado.

Deja que te de las gracias
por ser mi amiga
por ser mi guía,
por amarme
aún en los peores tiempos,
por abrir tus brazos
cuando mi corazón
está herido.

Hablemos de amor
hermosa amiga
hablemos de amor
aunque la noche
sea amarga.



viernes, 8 de agosto de 2014

ensayos y autopsias

A veces me despierto y mi corazón está mirándose al espejo, oscuro, rojo. Apoyado contra el marco, late sangre.
- Oh agitada paloma moribunda. No hay más espacio en mi pecho.
Este trozo de carne descarnada es una amapola transparente.
El viento azota mis cruces y abraza los huesos rotos de la vida. Estén donde estén, amontonados en una esquina o sembrados en la tierra.

Hambriento corazón. Cómeme. No dejes ni una migaja de alma.