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lunes, 23 de marzo de 2020

RECLUSION! Socorro! La Neura y ni una sola loca más, va al super…(solo se puede salir de a una!)

Estoy colapsada… creí que salir hoy al super iba a ser lo más, el desahogo, el aire , mi salida genial, casi me maquillo y todo.
Pero me entra el agobio apenas llego al no ver a nadie ,de no saber ni como coger las manzanas, los plátanos, el pan. Me pongo el guante de plástico en la mano derecha, pero, claro, abrir la bolsa y colocar la fruta dentro, tiene su intríngulis, porque las bolsas vienen tan pegadas que haría falta humedecerme los dedos para separar las dos capas, entonces, al humedecerme los dedos entrarían en contacto con mi boca, y vaya a saber quién tocó esa bolsa. Lo intento con la izquierda pero no hay manera, al final hago una especie de soplado húmedo sobre la bolsa, y por fin se abre (y yo hubiera salido corriendo a la puerta del super a hacer gárgaras con alcohol para desinfectarme la boca ,no fuera a contagiarme). Pero esto es solo el comienzo, porque faltan aún los plátanos, los kiwis , la lechuga y los aguacates. (Porqué no se me ocurre poner todo en la misma bolsa se preguntarán? Porque luego tengo que colocar la fruta suelta  sin protección en el mostrador de  la caja para pesarla, con lo cual estaría en las mismas opciones de contagio)
El pan es lo más fácil porque viene empaquetado así que me crezco unos instantes previos al siguiente reto que es llegar a la caja, sacar todo de la cesta, pesarlo, volver a meterlo en la bolsa grande (que sí he traído de casa) y pagar con tarjeta.
Y yo con mi guante puesto y la neurosis higiénica galopando por mi cabeza.
Llego a la caja cual si fuera la meta de la carrera de Ironman , la chica a más de un metro comienza a pasar y pesar la fruta y demás por el mostrador. Todo correcto, recoloco nuevamente en la bolsa todas las bolsitas, saco mi tarjeta para pagar con mi guante salvador.
La chica pasa la tarjeta, me la devuelve y la tarjeta cae al suelo porque se me resbala por la torpeza de no querer rozarme con nada. Mientras la veo caer como a cámara lenta grito mentalmente…nooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo.
Recojo la tarjeta, la soplo como los nenes, como si eso fuera el más poderoso de los desinfectantes, tiro la tarjeta dentro de la bolsa y pienso: “ya veré qué hago cuando llegue a casa”.
Salgo del super, la meta siguiente es mi hogar dulce hogar, mi Neura está al borde del colapso, me apuro. En la calle no está ni el perro, silencio y algún pajarito que canta , la ciudad desierta.
Llego a casa, abro con mi mano enguantada el portal, presiono con el índice plastificado y llamo al ascensor, pulso el 3º . Subo.
Abro mi puerta y ya estoy a salvo pero…
No sé ni cómo sacarme el guante sin rozarme con la mano libre, si tengo  que cambiar de bolsa las manzanas y ponerlas así sueltitas, o la lechuga en otro recipiente, con qué me lavo por el amor de dios? Agarro el guante como si fuera una serpiente venenosa, puedo sacarlo sin dificultad, pero, me pica la nariz y no sé cómo rascarme. Entonces me lavo las manos como se nos ha explicado y  aprovecho para rascarme la nariz con la mano mojada y enjabonada. Me acuerdo que tengo un poco de  alcohol diluido en agua para que cunda más, así que raciono 5 gotas y media y me enjuago las manos a continuación y aprovecho para pasarle un algodón con alcohol a la tarjeta (espero no cargarme la cinta magnética) y vuelvo a lavarme las manos por las dudas.
Ay! Por favor, creo que no saldré nunca mas! Me estaré volviendo  agorafóbica? (Mi Neura busca información neurótica en su córtex derecho, a ver si encuentra algo, oigo sus tuercas mentales crujir)
Es demasiado estrés y en casita se está mejor!!!



(Imagen de Maitena recogida de Google de su libro: LOCAS ALTERADAS)

jueves, 12 de marzo de 2020

puntos suspensivos

Deja que me muera un poco

intentando recordar
qué sentía mientras
me besabas.
Amnésica de piel,
ciega de tacto,
pisoteando la muerte prematura
de las flores,
arrancándome el pelo
como una loca triste
que añora lo que no sabe olvidar.

(poema reeditado)