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miércoles, 19 de marzo de 2025

La ventana

Aún suspendida en este vacío de palabras, cuelgo este relato creado para un reto de Ginebra Blonde

En la cocina, una mujer desnuda abre la ventana. Acodada en el marco mira hacia afuera y su piel se estremece levemente ante el roce del aire.
Entre sus dedos, como si fuera un juguete,  rueda un lápiz de labios. Se mira fugazmente en el cristal, sonríe y comienza a pintarse con toques delicados repasando su boca, relamiendo sus labios que se convierten en pétalos rojos.
Sus ojos buscan esa otra ventana. Frente a ella, una cortina se mueve sutilmente.
Entonces, con un lento movimiento coloca la barra de labios entre sus pechos y comienza a trazar una roja línea que baja atravesando su vientre y cruzando el puente de su ombligo se detiene en el pubis.
Sus ojos perdidos en el otro cristal se dilatan y su dedo sigue el recorrido de ese cremoso río rojo hasta hundirse entre sus ingles.
El disparo amortiguado del flash entre las cortinas enciende su sexo.
Sin dejar de mirar los cortos chispazos de luz se acaricia con los dedos húmedos y calientes.
Cuando por fin el flash deja de iluminar esas décimas de segundos que son como latidos, ella al borde del orgasmo, sabe que él, habrá dejado la cámara a un lado, y como ella, estará acariciando su sexo con los ojos clavados en la otra ventana, abierta de par en par como esas piernas que vislumbra, deseando recorrer con su lengua esa línea roja de cremosa delicia dibujada en su cuerpo.
Entonces y solo entonces, se abandonarán a un largo y húmedo orgasmo.
Y un momento después, cerrará los postigos.




(Imagen: Giovanni LIpari: Una mujer desnuda en la ventana )


viernes, 7 de marzo de 2025

El boceto de tus dudas

Un viejo poema que acude ante mi ausencia de musas...


Nunca pensé
que tu luz se apagara.
No la luz de tu vida,
sino tu luz
en la mía.

Como fuiste desapareciendo
en la memoria
donde solo quedó
la pereza
y el mordisco de la duda.

Como reclamabas
las ganas
de tocarme
y decidiste no hacerlo.
Con tus hastiados dedos
(con tu impasible distancia),
lejos de la piel
que deseabas
y no rozaste nunca.

Como te quedaste
quieto en un rincón
queriendo
que yo lo fuera todo.
(queriendo que yo
lo diera todo)

Y aquí estoy
frente al espejo
mirando
la forma sagrada
de mi plenitud.
Desnuda
más allá de todo
lo que no quisiste ser.

Mi piel ardiente
brillando como nunca,
donde ya no llega tu mirada.