Datos personales

Mi foto
© 2012 http://elrincondelaluna-lunaroja.blogspot.com.es/

martes, 26 de mayo de 2015

Las alas de Jacobo


Jacobo tiene alas.
Son alas transparentes con un matiz azulado que nacen desde el centro de sus homóplatos y se extienden hacia los costados formando una especie de corazón partido al medio. Él guarda ese secreto, mientras las toca palpando su extraña textura.
Cada día el espejo le devuelve una imagen casi etérea ,de una belleza sutil que queda grabada en su mirada, la que todos los días, observa esa especie de milagro, y lo hace sentir tan diferente. Jugando a ser un ángel.
No siempre sus alas se despliegan. Sólo ocurre si tiene miedo y la conocida sombra lo invade, o la emoción es demasiado intensa y la náusea acude a su garganta. Es entonces cuando siente ese particular mareo anunciando la sensación que extiende un calor entre sus hombros y la tensión apretando su columna.
Entonces vuela.
Cierra los ojos impulsándose hacia arriba y sus alas se abren translúcidas como generosos brazos, acercándolo a millones de soles.
Esencia pura, donde no existen sombras. Donde puede limpiar su corazón con tanta pena. Lejos de los pasos que anticipan la mirada del horror ordenando silencio. 
A veces querría no volver nunca, permanecer con los ojos cerrados y seguir volando hacia un feliz camino de retorno a la vida. Sin embargo, cuando siente que la calma vuelve, retorna a su cuarto, donde todo sigue igual, donde nada cambia.
Su vida transcurre en el limbo que oculta el cuarto de los pecados ajenos. Unos dedos fríos que rozaron avariciosos la inocencia , su boca que besó lo no deseado y el viscoso telón del olvido cubriéndolo todo.
El cielo está tan cerca de su ventana que podría tocarlo con solo asomarse. Su ansia es alcanzar ese cielo transparente.
Elevarse tanto como sea posible, por eso cierra los ojos y vuela. Para calmar los llantos insomnes y el hedor helado de morirse en vida.
Como ahora, que el calor de su espalda serpentea a lo largo de su columna centrándose entre sus homóplatos.
Como ahora, en que subido al marco de la ventana, siente que sus alas se abren infinitas y se lanza al vacío con los ojos bien abiertos. Nunca más cerrados.

Nunca más.




(texto ya publicado en este blog que me apetecía recuperar)

sábado, 16 de mayo de 2015

Cosas que no quiero olvidar (fotos de mi alma)

 Nací con miedo a vivir.
Por eso me faltaba el aire y me ahogaba.
El esfuerzo por parirme y el mío por nacer ,nos dejó exhaustas.
El cordón se cortó limpiamente. Me separaron del cálido vientre para recostarme en el mecánico calor de una incubadora.
-"Mamá, mírame con tus dulces ojos grises".-
(donde despunta el amor y el miedo)


Llueve en el jardín de mi infancia. La niña de grandes ojos mira por la ventana.
Toda mi inocencia se va deslizando por el cristal ,junto a las gotas.
Los duendes y las hadas de mi mundo me llevan por los cuentos hermosos de mi fantasía.
La niña silenciosa en su refugio.
En el espacio infinito entre la ventana y sus pupilas.
(donde nadie puede entrar)


El camino a la escuela es un paisaje distinto cada vez.
La niña de uniforme se viste de princesa, y los edificios son colinas abiertas a su paso.
Los príncipes enamorados se esconden tras los cristales de la mañana fría.
Las puertas del castillo encantando donde ella reina , se abren a su llegada y el clarín de bienvenida que suena de pronto ,se convierte en la sirena estridente que llama a clase...
Dejo a mi princesa guardada entre las páginas de un libro y entro a clase.
(voy de la mano cálida de mi imaginación)


Las manos de mi padre huelen a maní.
Las trae escondidas en el abrigo de paño oscuro y cuando lo veo llegar del trabajo,me cuelgo de su brazo, esperando que saque sus manos calentitas y me deje olerlas para adivinar si ha vuelto despacio ,comiendo con parsimonia los maníes y me ha guardado alguno.
A veces me mira y me acaricia la cara sin decir nada.
Otras ,su mirada severa me traspasa.
( la niña se queda quieta para hacerse invisible)


Mis hermanos y yo vamos a la escuela cruzando la vía.
Llueve ,llueve y llueve...ese olor permanece aún en mi memoria.
La mañana se inunda entre truenos y relámpagos, y la niña lleva de la mano a sus hermanos pequeños caminando ligero.
Bajo las capuchas, las caritas húmedas viven la aventura de intentar cruzar las calles.
Al llegar a una esquina, el agua lo cubre todo. Hasta el borde de las aceras.
Entonces,uno a uno, los cruzo trepados a mi espalda, aferrados con las piernas a mi cintura.
" Si me da fiebre, mamá, se quedará conmigo".
( el agua fría penetra súbitamente en los zapatos)


Daniel se acerca suavemente y la besa con cuidado.
La vela parpadea silenciosa y el pequeño desván se convierte en un milagro...jugamos a ser grandes.
El rito se inicia cada vez que las miradas se encienden curiosas y a salvo de testigos, entonces suben inquietos a la buhardilla oculta en el armario de la casa.
Y nos tocamos las manos y no se atreven a mirarse ,y nos besamos, y no saben como.
Nuestras bocas urgentes se tantean y el placer líquido de sentir las lenguas resbalando entre los labios nos enreda en el primer pulso sexual tan conocido...tan extraño.
( ellos bajan en silencio. Sin mirarse.)



Cuando llega diciembre ,el verano remueve perezoso mi ansiedad.
Mis pezones oscurecidos empiezan a humedecerse y mi abdomen se redondea armonioso y exuberante.
Tus amorosas manos me sostienen en este viaje a la vida. Nuestro abrazo ,es un delicado paréntesis, abarcando este corazón que late entre los dos.
Siente su cuerpo abrirse un amanecer ,que por fin pone límite a la espera.
Y el dolor ,la alegría, y el grito mezclándose con un pequeño llanto ,cierra el círculo.
(la tarde infinita, derrama luz por los rincones.)




miércoles, 6 de mayo de 2015

deseo

Solo la llamarada de tus ojos
inclinándose sobre mi pecho,
incendia sin remedio y sin tocarme
el espacio de mi piel
teñida de deseo.