Datos personales

Mi foto
© 2012 http://elrincondelaluna-lunaroja.blogspot.com.es/

miércoles, 12 de octubre de 2016

La boca del cielo


Su lengua trepa lentamente por mi vientre, en un ascenso lento y concienzudo, dejando una huella cristalina que refresca mi piel estremecida aún por el orgasmo.
La boca suculenta de mi amante.
La que abre las compuertas del anhelo y del gemido.
La que besa ,la que devora.
He deseado tanto esa boca perversa e inocente que el temblor anticipado del deseo, se enreda entre el vello sedoso de mi pubis.
Sus labios sedientos buscaron entre besos y lametones la hendidura húmeda y caliente que con mis dedos abrí y acaricié para que su lengua voraz conectara mi vagina con el alma, como una flecha de deseo.
Su boca y mi vulva...labios y labios mezclándose por fin. Quiero que me empape de saliva tibia.
Que se mezcle con mis jugos en conjunción perfecta.
Que sus dedos acompañen la danza certera, que se introduzcan anhelantes en toda su extensión y me recorran por dentro dejándose abrazar por las paredes calientes de mi útero. Convertirme en una leona hambrienta que da rienda suelta a su instinto.
Él relame mi sexo con deleite y lo acaricia lentamente a lengüetazos  haciéndome gemir y apretarme como si me engullera a pedazos hasta el orgasmo.
Una y otra vez recorre la piel desnuda de los labios empapados, se detiene implacable entre ellos jugueteando, mordisqueando cadencioso a sabiendas de que me voy a morir de placer...que es todo para mi. Quiero que me devore, que me succione; deshacerme en él.
Mi clítoris latiendo de deseo, henchido y desafiante, asoma entre la vulva plena de humedad roja y sedosa, como una flor extrañamente viva, como una boca que aclama otra, que pide ser comida y besada, rebuscando jugosa, empapándome de gozo. Homenajeándome.
Mis pechos huérfanos de besos se erizan entre mis manos y los pezones oscuros se encienden y endurecen obedientes al contacto urgente de los dedos.
Toda yo soy placer. Toda yo soy su boca. Soy sus dientes que me rozan.
Soy sus manos que acarician mis nalgas separándolas para abrir el camino hacia mi sexo.
Soy su lengua que entremezcla mis flujos y su saliva en un lenguaje de sonidos roncos.
Lengua victoriosa, cálido cáliz entre mis muslos, inventando recorridos sobre mi clítoris que en toda su hermosura carnal, en su enhiesta magnitud reclama el orgasmo.
Ahora...ahora...ahora...
Y llega galopando sobre la grupa del gemido y descarga su fuerza arrolladora en cientos de latidos que me disuelven, que me diluyen orgásmica entre sus labios, en sus dedos hirvientes dentro de mí. Todo mi sexo soy yo, gigantesca ola, marea inmensa que me abraza.

Sus ojos febriles se encuentran con los míos.
Quiero encender su piel a sorbos lentos.