Magia
de sombra y luz
en el discurso
de la mansa lluvia.
Dejo caer
la dulce infancia
para que juegues con ella.
(Para Patricia, mi referencia de amor y amistad en la niñez, la alegría,el asombro y los secretos,esas tardes en Olivos,nuestro barrio)
(Imagen de Google)
Esa magia se ve y se siente, bellas letras y la imagen ideal.
ResponderEliminarFeliz en este jueves casi ya estamos a mediados de Agosto espero que anoche pudieras ver esas estrellas que junto a las mariposas forman un buen equipo .
Un besazo grande .
Qué bonito Campi! Gracias de todo corazón.. es la infancia no? el recuerdo dulce que queda...
EliminarUn beso enorme!
Me evocas el juego de brillos y sombras grises de la lluvia en un olivar visto desde la ventana infantil del recuerdo. Es la magia de la poesía para sugerir lo que el alma del lector está dispuesto a percibir.
ResponderEliminarBss
Oh qué precioso tu comentario, te leía y me trajiste a la vez otro recuerdo mío,también mirando la lluvia desde la ventana de mi casa, recuerdo mirar las gotas y las formas que se iban haciendo mientras caían... Me ha encantado lo que dices, si tú sientes que lo que escribo te lleva a conectar con tu percepción interna. Es abolutamente como dices: la magia de la poesía.
EliminarMuchísimas gracias.
Besos!
La inocencia en tus palabras. Entre luces,sombras y magia.
ResponderEliminarDivina entrada, mi querida Lunaroja.
Besos enormes.
Ay mi María Sun, eres luz preciosa...
EliminarMuchísimas gracias!
besos.
Suenan mágicas esas palabras que propones volver a la dulce niñez.
ResponderEliminarBesos dulces Lunaroja.
Gracias Dulce, la dulce niñez que se vuelve a presentar en el alma...
EliminarOtro beso Dulce.
Bella ternura nos dibujas con estos versos donde la magia se hace presente una vez más. La infancia habita en ella.
ResponderEliminarMil besitos mi Luni y muy feliz tarde ♥
Auro, qué hermosas tus palabras, llegan al corazón,y te doy las gracias!
EliminarA veces no recuerdo tantas cosas de la infancia, esa es la verdad, sin embargo, este poema está dedicado a una amiga de esa etapa de mi vida,que nos marcó a ambas,y nos ha reunido después de 40 años... es magia,sin duda.
Un besazo enorme.
Qué maravilla mi querida Luna, es volver a la infancia y pasear entre olivares y terrenos inexplorados.
ResponderEliminarUn placer siempre leerte.
Abrazos enormes y buen fin de semana.
Gracias Rita! Es como una fotografía grabada en mi corazón, como dices,los terrenos inexplorados cuando puedes reveerlos desde la distancia.
EliminarUn beso enorme!
Siempre hay que volver a la infancia, siempre hay que hacerle un espacio a ese niño que nos habita para que nos lleve de regreso a la esencia, al asombro, al impulso de la exploración.
ResponderEliminarPude verte como una niña jugando a ser un hada a los pies del Olivo, escondiéndose y queriendo palpar la lluvia al mismo tiempo. Me encanta esa imagen. Estas cosas me llenan por dentro, así que gracias por dibujar en letras una imagen tan bella en mí.
Gracias Kadannek! A pesar de no recurrir a ese recuerdo con frecuencia,de repente aparecen en pequeños pantallazos entonces sucede la magia.
EliminarPrecioso el comentario...de verdad,sentido y emocionante.
Un beso.
linda imagen... y veo que el recuerdo de la niñez nos ataca a todos de vez en cuando... saludos!
ResponderEliminarHola JLO!
EliminarAhh sí, de pronto algo te despierta el recuerdo no?
En este caso el reencuentro hace unos años con esa amiga de la infancia con la que viviste esa etapa de inocencia,asombro y descubrimiento,en un barrio donde aún se jugaba " en la vereda".
Gracias!
Quien pudiera volver...
ResponderEliminarUn saludo.
Es posible, no sé si querría volver, esa es la verdad, hoy la miro con dulzura,pero no sé si volvería.
EliminarMe alegra haberte hecho sentir esa emoción!
Un saludo.
Esa mansa lluvia te trae los recuerdos maravillosos de la infancia. Y tú lo cuentas de una manera muy bella.
ResponderEliminarBesos.
Gracias Carmela,a veces los recuerdos aparecen de la mano de lo inesperado,algo tan sencillo como oler la lluvia.
EliminarMuchos besos!
No puede gustar más lo que has escrito y es que el olivo... me priva.
ResponderEliminarHola Tracy!
EliminarOlivos se llama el barrio donde crecí, y el nombre me parece tan poético que merece el título para este poema. Pôrque lo refleja en su totalidad.
Gracias!
Delicado y tierno, incluso mágico. Muy bello poema, Luna
ResponderEliminarBesitos
Hola Alís!
EliminarEs que creo que muchos de los recuerdos de la infancia tienen esos ingredientes, magia,ternura y delicadeza.
Gracias de corazón!
Beso grande.
Cuanta magia y ternura
ResponderEliminarhay en tus letras mi amiga,
la lluvia siempre trae añoranzas
bonitas.
Besitos dulces
Siby
Gracias Siby, así es, la lluvia disparó el recuerdo, y salieron casi sin querer las palabras.
EliminarUn beso grande.
Qué ternura rezuma el poema, con ese olivo meciendo el aire. Precioso.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Albada, recuerdo los árboles en las aceras del barrio de mi niñez, y aunque parezca mentira es una de las cosas que más añoro de mi país.
EliminarUn beso.
Otra vez una melancólica mirada al eterno ayer que no hace más que volver, Niña Luna. Alta poesía en esos tres "versos finales..." lo que es una forma de decir porque redimensionan el poema todo de tal manera que vuelve a desplegarse en escenas e imágenes que (tal vez) sean los recuerdos que te llevaron a evocarlas... quién sabe!! Esa niña, esos juegos e ilusiones todavía tienen tanto para comunicar...
ResponderEliminarAbrazos y más abrazos, amiga... que esa niña no deje nunca de soñar y crear.
Gracias Carlos por tu mirada. A veces un olor,un color, algo, dispara el recuerdo. Y en este caso, el reencuentro con una amiga de esa infancia, hizo el milagro cuando nos volvimos a encontrar. Ambas compartíamos esas mismas sensaciones tantos años después.
EliminarElla dice que yo alegré su infancia marcada por cosas no tan hermosas, y este es mi homenaje a esa niña y a la mujer que es hoy. Patricia.
Un beso inmenso!
Lo siento como si los olivos te devolviesen un preciado ritual que mágicamente permanece en ti desde niña.
ResponderEliminarSiempre un placer leerte luna.
🙋♂️😘🌹🌹
Gracias Agapxis! Es así,el recuerdo del verde de los árboles,mezclados con la lluvia y mi fantasía de aquella época cuando miraba por la ventana.
EliminarUn beso.
La infancia como nos marca, puede ser bella y mas dura pero siempre presente y cuanto mas mayores nos hacemos mas nos agarramos a ella
ResponderEliminarBellas palabras bellos recuerdos
Besos
Absolutamente de acuerdo contigo, en este caso surge de un feliz recuerdo, de una amistad recuperada, en donde ella sintió que yo le devolví su infancia que no fue tan grata.
EliminarUn beso y gracias!
Abrir una puerta y que surja tras de ella un ejercito de mariposas multicolores, con todos los matices de la niñez, con todas las ilusiones que de mayor tememos haber perdido.
ResponderEliminarLos olivos tienen un toque místico.
Un beso, Luna :-)
Ohh qué hermoso Mag! Es así,esa puerta abre casi otra dimensión,en donde se accede a esos momentos.
EliminarQué belleza lo que dices, te lo agradezco profundamente!
Otro beso!
Olivos, lluvia e infancia... Con estos tres elementos puede configurarse una vida entera.
ResponderEliminarAbrazos Ale.
Sin duda, así es, ella, a la que este poema está dedicado así lo siente. Y yo, que era su "otra mitad" en esa época, le devolví esa inocencia perdida muchísimos años después cuando nos reencontramos.
EliminarGracias Ernesto.
Belo!
ResponderEliminarMomentos de infância que ficaram gravados na alma!
Abraço!
A.S.
Muchas gracias A.S!
EliminarAbrazos.
Qué bello... Se ve, se huele, y se siente ese instante, que más que instante es un universo...
ResponderEliminarMi Vane querida, vos sos la segunda etapa de esos recuerdos.
EliminarPreciosa niña.
Gracias!
Qué bello... Se ve, se huele, y se siente ese instante, que más que instante es un universo...
ResponderEliminarGracias! Muy hermoso tu comentario! Qué bonito!
ResponderEliminarUn abrazo.
Bellísimo. Feliz de leerte. Gran abrazo desde Buenos Aires.
ResponderEliminarGracias Cecilia! Y yo feliz de verte por aquí!
EliminarUn beso,compatriota,desde Gran Canaria!
Algunas Patricias dejan huella hasta en la lluvia.. otras fluimos calle abajo.
ResponderEliminar;)
Ay, mi Patricia fluyó también calle abajo... por eso la adoro.
EliminarGracias Pat! Besos a Patty también.
Tan hermosa dedicatoria como hermosa tu manera de escribir.
ResponderEliminarSientes con el alma y eso es admirable.
Un abrazo Ale y no dejes de cuidarte y sonreir
Hola Jorge!
EliminarQué precioso lo dices,como lo sientes.
Gracias!
Cuidate tú también!
Fuerte abrazo.
Tu poema tiene la ternura e inocencia de la infancia, precioso.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias Patricia, de eso se trataba,de "pescar" esa esencia que al que lo leyera lo transportara a esa etapa.
EliminarUn abrazo!
Los paisajes de olivos me relaja, el paisaje de tu poema está lleno de encanto y magia.
ResponderEliminarBesos .
Gracias Amapola bonita!
EliminarMe alegra que hayas encontrado un espacio de relax y paz.
Beso grande.
Que lindo Lunita! Es tierno y dulce :)
ResponderEliminarGracias de todo corazón Ella!
Eliminarbeso enorme.
Hay que estar atento, porque dejamos caer la infancia una vez y ya no la recuperamos jamás.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Pues sí, así es. En este caso, pudimos recuperar aunque sea la mirada, muchísimos años después!
EliminarUn saludo!
Que lindo! recordar la infancia y esos amigos... tengo la suerte de conservar un par de amigas de pequeñas... y es maravilloso vernos crecer independientes pero unidas =)
ResponderEliminarSaludos!
Gracias Cristina!
EliminarEs una suerte,de verdad, a veces sentimos que la infancia queda tan lejos,pero de pronto aparece esa persona que la hizo especial y todo vuelve como por arte de magia.
Un saludo!
También convivo con mis tres olivos, y su magia es como la de la propia infancia. Y su vida casi eterna. Empapada con su savia.
ResponderEliminar¡Me encantó!ah y muy bella acuarela de mariposas observadoras de la juventud
Besoss luna
Gracias Don! Ay tus olivos, qué árboles más bellos.
EliminarEn este caso, como digo,es una especie de regalo para Patricia, cuya infancia no fue tal, y cuando nos encontramos muchos años después,me dijo: "gracias por devolvérmela, si miro para atrás, infancia sos vos".
Beso enorme Don.
Que bello, esa patria de la niñez siempre viva en los corazones de quienes saben mantener el fuego.
ResponderEliminarun abrazo.
Gracias Galerna! Pues sí, y te digo que mi infancia no fue la típica estampa feliz y despreocupada, y la de ella tampoco. Sin embargo ambas la recordamos con esa complicidad que teníamos de pequeñas cuando compartíamos secretos,y un patín cada una porque no había para las dos.
EliminarOtro abrazo grande!
Que bello e importante es ese sentir que nace en la niñez y se solidifica con el tiempo... tus letras me hacen sonreír y recordar...
ResponderEliminarSmu@ckssssssssssssssssssssssssss!
Gracias Alma, esos reencuentros donde te das cuenta de que el tiempo parece no haber pasado,y retomas la charla casi donde la dejaste no?
EliminarEso es un amor irrepetible...
Gracias cariño!
besos
En el sur del hemisferio sur donde vivo no crecen los olivos, pero mientras te leía me los imaginaba: deben oler también?
ResponderEliminarMe encantan las aceitunas jeje, bonito recuerdo compartes,
un abrazo,
Hola! Los olivos no huelen,pero, el nombre del poema obedece al barrio donde viví de niña,que se llamaba Olivos, supongo que en algún momento habrá habido de esos árboles y de allí el nombre.
EliminarMe encantan las aceitunas también!
otro abrazo para ti!
Hermoso tu blog, y bonitos poemas, como este de la infancia y de la magia que a veces vamos perdiendo cuando crecemos...Hermoso ese permiso y pedido para que vuelva a jugar bajo la lluvia...Mucha nostalgia en los versos...Precioso... Saludos.
ResponderEliminarNuevamente te agradezco tu paso por aquí,tu lectura,y que te hayas detenido a dejarme tus comentarios.
EliminarGracias de todo corazón!
Saludos!
Nostalgia de niñez y viejas amistades. Muy bonito. Besitossssss.
ResponderEliminarGracias Mi Marijose! Un beso enorme!
EliminarUna preciosidad de poema. Abrazos.
ResponderEliminarHola Xan! Qué bueno verte!
EliminarMuchas gracias...
Un abrazo fuerte!
Me gustan muchísimo los olivos. Debe ser mi sangre andaluza.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Gracias Rocío! Un gran abrazo.
EliminarPrecioso y tierno, Besos
ResponderEliminarMuchísimas gracias Hanna!
EliminarUn beso.
Una persona y unos recuerdos muy vivos.
ResponderEliminarAsí lo sentí.
El poema es magnífico.
Una vez más, te felicito.
Besos, A.
Gracias Verónica, es el canto a una amistad de tantísimos años, y de pronto sentí que tenía que recordarla de esta manera.
EliminarUn beso!
¿jugamos un rato?
ResponderEliminarEso me dijo una niña hoy mientras estaba trabajando... 😉
PD. Me presentó a todos sus pinipons