El otro día, escuchaba por la radio a una psicóloga que
hablaba sobre las amas de casa. Mientras limpiaba los cristales con mi piloto
automático conectado ,veía las motas de polvo juguetear con el sol que entraba
en diagonal en el salón.
De pronto unas palabras de la entrevistada me sacaron de mi
ensimismamiento:-” Y tú, qué deseas?-
El movimiento rotatorio de mi mano derecha con el trapo
“Atrapapolvo MEGA-PLUS de eficacia” quedó suspendido en el aire, y el dedo
disparador de la izquierda que empuñaba el “Vaporizador ULTRA BRILLANTE” se
encasquilló por la sorpresa.
-Qué deseo?- me pregunté en silencio-
- Mmm…qué deseo?-
-¿Deseo?-
Busqué dentro de mi una respuesta que parecía jugar al
escondite y burlarse, negándose a aparecer.
-“Conecta con tu deseo”- Comentaba la psicóloga. –“Distingue
dentro de ti lo que es “deber” y lo que es “deseo””- Continuaba explicando,
como si fuera tan sencillo darse cuenta.
-”Atrévete a mirar más adentro, solo en tu interior
conectarás con lo que realmente estás negándote a oír”-
Cerré los ojos con fuerza, e intenté “oír” aquella voz que
seguramente debería tener en algún rincón, pero, lo único que oía era la voz
que salía de la radio y los ruidos de la calle, y muchas más voces dentro de mi
cabeza que me decían que me diera prisa, que se me iba a juntar la limpieza con
la hora de la comida, y que aún faltaba recoger la ropa y acomodar la compra
que todavía estaba en la cocina sin guardar. Y todo esto antes de recoger a los
niños en el cole.
-“No te apures”- seguía la voz en la radio –“Permítete sentir”-
“¿Donde quedó tu deseo?”
-“¿Cuánto hace que no te propones nada para ti?-
Comencé a angustiarme. Aquella voz era como la mía propia
dentro de mi cabeza pero lo peor, era que retumbaba fuertemente en mi corazón.
Y dolía.
Dolía todo lo postergado, dolía mi propia postergación. Mi
deber ante todo, siempre. Mi deseo siempre podía esperar. Ya habría tiempo. Y
nunca llegó.
-“Escúchate!- Vibró la voz en mi mente- “Atrévete a desear”-
“¿Qué deseas?”
Solté el trapo y el vaporizador. Abrí la ventana de par en par,
y me senté en el suelo. Respiré profundamente y me pregunté, sintiendo el sol
entrando a raudales sobre mí: - “¿Qué deseo?”
La respuesta no tardó en llegar: “Aire!”
Siempre postergamos nuestros deseos anteponiendo los de los demás. Nunca aprendemos, cogemos aire para seguir otra temporada y así volver a empezar. Pero qué bien sienta ese AIRE. Me alegra volver a leerte. Un abrazo, Luni.
ResponderEliminarMe acuerdo perfectamente de estas letras, Luna. Me gustaron y me gustan. Incluso recuerdo que te dije: "Aire, soñé por un momento que era aire".
ResponderEliminarUn beso
Al fin y con un gusto enormísimo visito tu espacio, lo tenía pendiente hace tanto!!!! Es hermoso, súper cálido... Y al leerte es como si te tuviera más cerca... me gusta esa sensación. Con tiempo iré recorriendo cada lugarcito de este rincón lunar ;)
ResponderEliminarTe quiero mucho Ale!
Enhorabuena!
Los mejores "aires" para este rincón!
Gracias a los tres!
ResponderEliminarEn efecto estas letras aparecieron en Grupobúho,y mi deseo es aunar a todas en este espacio,que en definitiva,sea Luna,Alejandra,Ale_she,neura,obse,maru,niña....soy yo!
Cómo me siento identificada con este texto! Y cuántas mujeres están en esa situación solo que al oir a la psicóloga en la radio, cantan alto, prestan atención a otro punto y siguen con sus quehaceres dirios porque enfrentarse a sus propios deseos les duele en exceso. Y muchas veces... es más fácil no mirar.
ResponderEliminarMuy bueno ese "aire", me ha encantado!
Gracias Ana! Qué bueno verte!
ResponderEliminarA veces nuestros deseos son de lo más sencillos ¿por qué no hacerlos realidad?
ResponderEliminarsólo hay que pararse un momento, darse ese capricho y luego seguir con lo nuestro. Es importante, en serio.
Los deseos grandes, los sueños enormes, eso ya es otra historia.
en fin, se hace lo que se puede ¿verdad?
un besazo, luna hermosa.
Totalmente de acuerdo Angela!
ResponderEliminarGracias por estar aquí!
¡¡Guauuuu!!! pues yo no lo leí antes... imperdonable por mi parte o quizás no, ya que ahora puedo saborear de tus palabras en prosa mejor, porque te imagino poesía y eres mucho más que eso y lo sabía que estaban en ti...
ResponderEliminarAire, espacio, pequeñas cositas que en el fondo son las más grandes.
Me he sentido esa mujer que limpiaba cristales y que ponía el turbo para llegar a todo...
Pues cogamos ese poquito aire para seguir, para que se nos llene los pulmones de vida, pero sobre todo la sintamos dentro.
Muackasss!!
Especialmente las mujeres, siempre soléis dedicaros más a los demás y dejáis muy poco tiempo para vosotras.
ResponderEliminarAl menos de vez en cuando, es necesario parar y hacer lo que dices: coger aire, porque pasáis mucho tiempo (¿demasiado?) sumergidas en las vidas de los seres queridos y asomáis muy poquito la cabecita por la vuestra.
Siempre es un lujo leerte.
Un abrazo.
Gracias Mariose y Joaco,por el comentario..es en realidad,algo que suele sucedernos,cuando nos ponemos el piloto automático...por suerte a veces nos damos cuenta a tiempo,y podemos conectar con lo que realmente deseamos!
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