Detrás
de las ventanas negras
se escucha un sonido
parecido al frío.
Agudo y profundo.
Es tu voz madre,
que se aleja
y se disuelve
en la tierra que te acoge,
que se eleva
como una luz
hacia el cielo.
Es tu voz
crisálida esplendorosa
liberando
la esencia de tu alma
que recojo en mis manos.
Huérfana ya de ti
cruzo el océano
para besarte.
(la cruz de tus brazos abiertos como alas,
pájaros de luz al sol)
Hola Lunaroja, este es un poema cargado de nostalgia y duelo. donde la voz de la madre se vuelve luz y se convierte en recuerdos.
ResponderEliminargracias por este poema.
Expresás nostalgia, en forma muy inspirada.
ResponderEliminarUn abrazo empático.
Lunaroja cada palabra del poema refleja el amor por tu madre, ese amor que solo las madres son capaces de dar, amor sincero e incondicional. Siempre ese amor como un abrazo estará con nosotros cuando más lo necesitemos.
ResponderEliminarQue tengas una hermosa semana!
Besos
Me ha llegado al alma Luna, tal y como me sentí al perder a mi madre. Qué profundo y melancólico, tanto que la ausencia y añoranza me saltaron unas lágrimas. Un abrazo grande y mucha fuerza
ResponderEliminarPrecioso poema, en especial el verso final que encierra todo el sentimiento que lo inspira.
ResponderEliminarBesos dulces, Lunaroja.
Bello poema me ha gustado mucho. Te mando un beso.
ResponderEliminarUn momento de ternura y recuerdo. De revivir de nuevo aquel instante.
ResponderEliminar¡Ese eterno instante de la madre!
Abrazos, Ale.
Un poema muy emotivo y de una gran belleza.
ResponderEliminarUn abrazo