Jacobo tiene alas.
Son alas transparentes con un matiz azulado que nacen desde
el centro de sus homóplatos y se extienden hacia los costados formando una
especie de corazón partido al medio. Él guarda ese secreto, mientras las toca
palpando su extraña textura.
Cada día el espejo le devuelve una imagen casi etérea ,de
una belleza sutil que queda grabada en su mirada, la que todos los días,
observa esa especie de milagro, y lo hace sentir tan diferente. Jugando a ser
un ángel.
No siempre sus alas se despliegan. Sólo ocurre si tiene
miedo y la conocida sombra lo invade, o la emoción es demasiado intensa y la
náusea acude a su garganta. Es entonces cuando siente ese particular mareo
anunciando la sensación que extiende un calor entre sus hombros y la tensión
apretando su columna.
Entonces vuela.
Cierra los ojos impulsándose hacia arriba y sus alas se
abren translúcidas como generosos brazos, acercándolo a millones de soles.
Esencia pura, donde no existen sombras. Donde puede limpiar
su corazón de tanta pena. Lejos de los pasos que anticipan la mirada del
horror ordenando silencio.
A veces querría no volver nunca, permanecer con los ojos
cerrados y seguir volando hacia un feliz camino de retorno a la vida. Sin
embargo, cuando siente que la calma vuelve, retorna a su cuarto, donde todo
sigue igual, donde nada cambia.
Su vida transcurre en el limbo que oculta el cuarto de los
pecados ajenos. Unos dedos fríos que rozaron avariciosos la inocencia , su boca
que besó lo no deseado y el viscoso telón del olvido cubriéndolo todo.
El cielo está tan cerca de su ventana que podría tocarlo con
solo asomarse. Su ansia es alcanzar ese cielo transparente.
Elevarse tanto como sea posible, por eso cierra los ojos y
vuela. Para calmar los llantos insomnes y el hedor helado de morirse en vida.
Como ahora, que el calor de su espalda serpentea a lo largo
de su columna centrándose entre sus homóplatos.
Como ahora, en que subido al marco de la ventana, siente que
sus alas se abren infinitas y se lanza al vacío con los ojos bien abiertos.
Nunca más cerrados.
(texto recuperado)
Muy buen texto, que podría tener más de una interpretación. Curiosamente hoy hablaba con alguien de los ángeles y de lo terrenal. Un acierto el haberlo recuperado.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce fin de semana.
Gracias Dulce! Es un texto que en su momento me costó mucho escribir con delicadeza,justamente por lo que dices, porque tiene más de una interpretación.
EliminarGracias porque siempre le das a mis trabajos una mirada que va más allá de lo obvio!
Un besazo.
Y un ángel llegó a la tierra para salvarnos del miedo al mundo. Un aplauso preciosa
EliminarMucha de mi corazón! Gracias mi niña por tus preciosas palabras!
EliminarHa merecido la pena recuperar este texto. Supongo que a todos los ángeles les hubiera gustado. Incluso a los demonios, que no son más que ángeles rebeldes.
ResponderEliminarUn abrazo
· LMA · & · CR ·
Muchas gracias ñoCO... como le digo a Dulce,es una historia que costó mucho narrar para hacerla menos trágica y más intensa. Un abrazo!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMarc6 de mayo de 2017, 2:31
ResponderEliminarQué sería de la vida sin estos momentos en que se puede dejar de lado la realidad, aunque sea por un momento. Lástima que la desconexion, al igual que las alas del protagonista de tu excelente relato, no se puede manejar a voluntad.
Muy bien escrito
Besos
Muchas gracias Marc! La historia tiene que ver con un episodio dramático, y esas alas,son las que justamente lo desconectan de su realidad.
EliminarGracias por volver!
😁
EliminarHoy tu texto, aunque lo hayas recuperado me llega como una seda, es bellísimo, mi querida lunaroja.
ResponderEliminarUn ángel que abre las alas por miedo para abrazar y sentirse abrazado de manera cálida ese abrazo que necesita pero queriendo volar para escapar.
Que maravilloso escribes, es una delicia este escrito.
Besos enormes.
Muchas gracias por tus palabras María! Eres un amor. No tengo musas, o mejor dicho,van y vienen, así que pensé en recuperar un texto más antiguo,de mi primera época en el Blog. Me llegan con muchisimo amor tus palabras! Gracias!
EliminarNo sé si seré yo -que es lo más probable- pero me angustió tu relato, sobre todo ese final y la interpretación que al menos yo le he dado... Me encantan las alas, creo que todos, en mayor o menor medida las tenemos, y con ellas nos evadimos muchas veces de una realidad que nos oprime pero que, a su vez, no podemos hacer de menos... pero me angustía cuando alguien no puede "manejar" las propias alas, cuando confunde la libertad de su vuelo, o a ellas mismas, con otra cosa... y termina en un final no de los mejores...
ResponderEliminarAinssssss... no sé... para variar, me deliré... mejor te llamo... jajajajaja!
Besotes y muy buen fin de semana!
No te has liado Alma, has dado en el clavo..en realidad, es la angustia y la huida de un niño que sufre abuso sexual. Intenté hacerlo de la manera menos melodramática que podía, y has dado en la tecla. Por eso el niño abre la ventana y vuela, porque no soporta más su realidad. Gracias bonita mía por entenderlo así! Un besazo bien fuerte!
EliminarJacobo se ha quedado para siempre en mi corazón.
ResponderEliminarBesos y... gracias por este texto.
Gracias Verónica, Jacobo se ha quedado también en el mío...
EliminarBesos enormes!
Pensé que nunca lo había leído... Sin embargo lo fui reconociendo a tal avanzaba... Y creo que hoy lo veo distinto a como lo vi en su momento... Tal ves porque hoy le doy otro giro... Otra mirada.
ResponderEliminarPredomina el cuidado y la ternura que ya te caracteriza... Y un deseo... El que todos tenemos cuando el miedo y la angustia nos invade... El final de todo ello... Sería lanzarse al vacío y con los ojos abiertos.
Mi Luni... Recuperar y volverse a leer...disfruarte y hacernos disfrutar...
Gracias por ello, corazón.
Un abrazo apretado, mi Luni.
Auro querida, ya lo hemos comentado antes. El sentido de este relato, que a veces pueda escaparse por la manera en que lo redacté, es el sentido que tú le has dado. Una historia tan terrible,que intenté hacerla de la manera más poética y amorosa posible.
EliminarGracias por tu mirada Auro,eres hermosa.
UN RELATO EXCELENTE, MUY FLUIDO.
ResponderEliminarABRAZOS
Hola Reltih! Bienvenida al Blog,y muchas gracias por tu comentario!
EliminarCreo que todos somos Jacobo Ale. Muchas veces esas pequeñas y traslucidas alas nos rescatan del abismo mas oscuro. Y a la vez, podemos cargar en forma transitoria a quien aun no se ha descubierto las suyas. Hermoso tu escrito, acaricia el alma. Un abrazo enorme
ResponderEliminarDemi queridisimo! Qué alegría verte otra vez por aquí! Gracias siempre por tus generosas y amorosas palabras!
Eliminarbesazos!
Y es que todos nacemos con esas alas traslúcidas, invisibles a los ojos, pero tan reales que las sentimos adheridas a nuestra espalda, y arraigadas en lo más profundo de nuestro corazón… Nada seríamos sin ellas, sin esos instantes en los que cerrar los ojos y desplegarlas… desde ese borde o cornisa a veces, sabiendo del abismo que hay bajo nuestros pies…
ResponderEliminarPrecioso y profundo texto, mi querida luna…
Bsoss enormes 😘
Hola Gine!!! Muchas gracias bonita,por tu comentario! Es hermoso!!
EliminarQué bonito relato.
ResponderEliminarBesos.
Amapola bonita, muchas gracias! Besito!
EliminarLas alas dan luz a nuestra alma y cada palabra es pluma que les da vida desde el silencio, llanto o batalla.
ResponderEliminarNos acercan y alejan de continuo de cada uno de nuestros fantasmas.
Mi abraz☆
Sin duda Athenea, en este caso sus alas son el refugio por donde se escapa del dolor...
EliminarUn abrazo enorme y gracias por acercarte!
¡Hermoso!
ResponderEliminarMe gusta eso de lanzarse con los ojos abierto.
Muchas gracias por escribir tan bello y compartirlo
Gracias Ale! Un gustazo que me visites!
Eliminar¡Hermoso!
ResponderEliminarMe gusta eso de lanzarse con los ojos abierto.
Muchas gracias por escribir tan bello y compartirlo
Me ha encantado este texto, podrían establecerse multitud de paralelismos, gran trabajo. Abrazos.
ResponderEliminarGracias Xan, es verdad que tiene muchos paralelismos y varias lecturas! Un besazo y graciasss
Eliminarquerida, este texto intenso y magnífico recuerdo habértelo leído, de hecho dices que lo recuperaste, haces muy bien pues escribes maravillas muy hondas que merecen ser leídas de nuevo. No recuerdo si te comenté, lo que es seguro es que esta historia inquietante y tierna del angelical Jacobo sugiere cada vez algo distinto. Ahora me ha recordado el triste vuelo de otro pequeño Jacobo que soñaba el cielo desde su balcón
ResponderEliminarabrazado!
abrazaaaazzzo, apretado, volevo :-)
EliminarGRACIASSSSSSSSSSSSSSS RECIEN VEO TU COMENTARIO! MUACKSSSS
EliminarHermosas palabras evocando tantos sueños que tenemos dormidos. ¡Que placer leerte!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Don, este relato me costó mucho porque era para mí un tema delicado (no por ser algo personal) sino porque quería que dentro de lo doloroso pudiera encontrarse también la belleza.
ResponderEliminarUn abrazo enorme y gracias siempre por tus comentarios tan generosos...