No lo puedo decir de otra manera. (Aunque Oscura sí,pudo..pica el enlace superior)
Le metí los cuernos a mi marido. No sé como pasó. O sí.
Obvio.
Yo, una simple ama de casa consagrada al hogar. Infiel. Qué
palabra.
Llevo unos meses asistiendo a un curso de cocina, no porque
me encante cocinar ,sino por tener la excusa perfecta para salir de mi casa.
Él es mi profesor, un tipo de vitalidad y alegría
arrolladoras que da las clases en su casa.
Comenzó a contagiarme su entusiasmo por lo culinario ,las
mezclas, los olores, aromas y texturas que fueron despertando mi curiosidad y
otras cosas asociadas al placer de los sentidos.
Algunas veces me quedo a ayudarlo a lavar la loza y a dejar
todo recogido porque no resisto el desorden, y él, me deja hacer riendo limpiamente.
Y allí entre ollas y condimentos mi mirada tropezó con la suya, que desató uno
a uno todos los nudos de mis resistencias.
Y los tópicos de todas las películas se hicieron realidad.
Ahí mismo comenzamos entre ollas y fogones y terminamos en su cama, donde me
fue quitando la ropa y el pudor o el pudor y la ropa según se mire.
La lucha entre el deber y el deseo duró solo el tiempo que
tardé en darme cuenta de que podía concederme todos los permisos. Nadie oye la
voz de la conciencia cuando el cuerpo despierta de su letargo.
Y en realidad, no quiero saber mucho sobre él, sólo quiero
este momento. Donde soy perfecta.
Perfecta, qué bien queda!!! Me gustó lo de encontrarse las miradas, dicen tanto...
ResponderEliminarEsa Maru, respiró, déjala seguir así Luni.
Un fuerte abrazo.
ES DURA LA LUCHA ENTRE EL DEBER Y EL DESEO. A VECES, GANA UNA Y A VECES OTRA. SE PUEDEN PERDER MUCHAS COSAS DEJÁNDOSE LLEVAR POR LOS IMPULSOS.
ResponderEliminarUN BESITO.
PD EL BLOG NO ANDABA MAL, YO CERRÉ LA OPCION DE COMENTARIOS PORQUE NO ME SENTÍA BIEN. AHORA YA ESTOY MEJOR.
Leí los dos textos y me quedé admirando tanto a Maru como a quien le da vida.
ResponderEliminarLa vida pasa y luego es ya demasiado tarde.
Un fuerte abrazo, lunaroja.
Magnífico!! qué buenas son tus locas Luni!! todas, todas son buenísimas, en este caso la Maru ha estado genial, cuernos?? bahhhhh... ojos que no ven... jajajaja.
ResponderEliminarBesos.
Las emociones en la vida se tienen contadas, unas más peligrosas que otras, y a más riesgo, más emoción.
ResponderEliminarUn personaje polémico.
Salud y besos, Luna
Gracias Luigi! Un beso!
ResponderEliminarUN BESO QUERIDA AMIGA, GRACIAS POR TU HUELLA EN MI CASA SIEMPRE, LO VALORO MUCHO.
ResponderEliminarQUE TENGAS BONITO DIA.
UN BESO GRANDE.
No hay nada tan estimulante como traspasar los límites y sentirse perfecta.
ResponderEliminarSaludos!
UN BESITO QUERIDA LUNA EN ESTE DIA DE LLUVIA PARA MI CON TODO MI CARIÑO.
ResponderEliminarSALUDITOS
Primero no sé por qué no he comentado esta entrada porque la leí hace días y al final "la casa sin barrer".
ResponderEliminarSegundo: Está claro que todo esto pasa porque hay una tremenda soledad que viene arrastrada, tal y como has arrastrado tú el link :-P
Me ha gustado y chica, que se peguen el gusto entre fogones, que total, una alegría pal cuerpo, es cuando más vivas nos hace sentir. Vivas y deseadas.
Genial.
Qué bueno! Me parece tan real... La rutina, las tareas del hogar, la relación que luego de años tendrá con su marido (seguramente ya sin nada de pasión), no me extraña que alguien como la protagonista de tu relato le meta los cuernos al marido...
ResponderEliminarMe gustó mucho.
Un beso
Gracias chicas por los comentarios!
ResponderEliminarEsta es Maru, la que contiene a todas las locas dentro de su cabeza...todo gira en torno a su mundo y a las mujeres que la habitan!
En realidad creo que se dice "no sé cómo pasó" porque esas cosas pasan sin decir nada, sin acordar nada, quiero decir, nadie viene y te pregunta, quieres ser mi amante? jaja, sucede con la mirada, y acercamientos disimulados... jaja
ResponderEliminarBesos mentales.
Hola querida amiga.
ResponderEliminarGracias por venir a la hora del té como siempre.
Te dejo un beso y mi gratitud, bonitos recuerdos de infancia me dejaste en el blog que comparto.
Besos
Gracias chicas! No les había leído los comentarios!!
ResponderEliminarSiempre me asombra, la edad no es un límite. Que hombre y mujeres tengamos las mismas fantasías sexuales, nuestra cultura judeo-cristiana, pelea constántemente con: deseo-pecado. ¿Alguna vez seremos libres de hacer lo que deseamos?
ResponderEliminarA la generación joven se lo deseo de todo corazón, ya pasé la barrera de ese inútil enfrentamiento. Es triste llegar a viejo, lamentando lo qué no fue. Demás está decir que éste relato me gustó mucho. Te felicito. Un afectuoso saludo.
pilín zorrón la prota.
ResponderEliminarSalu2