De este amor
(tendido como un amante
que muerde el infinito)
sólo queda una certeza,
la justa medida
entre mi boca
y tu pupila ensordecedora.
De este amor
(irremediable tu piel
en mi recuerdo)
caen los sueños ,
deshilachados sueños
que habitaron
el frágil delirio
de nuestro tiempo.
Y me atreví a morir
sin darme apenas cuenta
de que mi corazón latía
en un espacio roto,
entre el cielo y el quebranto
donde todo deja de ser
y la oscuridad se queda sin final.
Luna...." Lùcida "
ResponderEliminarBellas letras en tu poema y triste
a la vez.
¡¡¡ Felìz dìa de Reyes !!!
un beso
Hay un amor desgarrado en este poema. O mejor dicho, un desamor ante la verdad, ante ese abrir los ojos a la lucidez.
ResponderEliminarVersos tristes pero certeros siempre que ese corazón no pare de latir del todo.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Me ha gustado mucho eso de " me atreví a morir sin darme apenas cuenta de que mi corazón latía en un espacio roto". Estos versos me parecen espectacularmente desgarradores.
ResponderEliminarTriste empiece de año, no?
Un besazo y felices reyes!
Gracias a todos por leer y comentar, en general,mis poemas no responden siempre a un estado anímico de desamor,sino que surgen desde esa emoción,me resulta quizás más sencillo expresarlos así!
ResponderEliminarLos que me anteceden lo dicen mejor, sólo agrego que la tristeza también inspira y regala placer cuando se comparte.
EliminarUn poema excelente, te felicito. Salud!
ResponderEliminarGracias Mersalut! Bienvenido!
ResponderEliminarGracias Funámbulus!
Valoro muchísimo vuestros comentarios!
Desgarrador poema, adornado de tristeza, para llegar a ser todo un canto al desamor. He disfrutado de cada verso, Luni.
ResponderEliminarUn abrazo, corazón.
Gracias mi niña!
ResponderEliminarNo soy un degustador a ultranza de poesía, algunas veces leo; esta que leí, me agradó. Un agrazo cordial.
ResponderEliminarSiempre es un gustazo el que te pases por aqui!
ResponderEliminarTremendo poema que habla del amor agonizando.
ResponderEliminarPrecioso!
Besos.
Esos amores perdidos, esos que se resisten a morir y se quedan en la piel.
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