Desaté despacio los últimos lazos que me ataban a tu
recuerdo.
Descolgué los besos de mi boca, y los guardé dentro del sobre donde descansan
las caricias que nos dimos.
Y luego apagué la luz.
Fui cerrando puerta tras puerta, dejando atrás cada tristeza, cada pena por haberte llorado tanto.
Y caminé sin mirar atrás.
Y luego apagué la luz.
Fui cerrando puerta tras puerta, dejando atrás cada tristeza, cada pena por haberte llorado tanto.
Y caminé sin mirar atrás.
Triste, pero muy bonito. Me encanta como describes ese estado de soledad. Un saludo.
ResponderEliminarTriste pero, a la vez, optimista, indicando que hay seguir hacia delante, en la mayoría de ocasiones "sin mirar atrás" y desprendiéndonos de los "lazos".
ResponderEliminarComo decís vos: ¡Qué lindo!.
Gracias chicos!
ResponderEliminarLo rescaté de una carpeta antigua!
Lloras como Chavela, hondo, duro y valiente. Esta luna está llena.
ResponderEliminarTe amo.
Qué emoción tan grande,Levi, te amo también.
ResponderEliminar